"Don de Gentes"
Cristóbal, ¿son muchas tus experiencias de trabajo en tu CV?
Sí, ya en mi época de estudiante pintaba cuadros de paisajes por encargo en la trastienda del negocio de mis padres, donde también colaboraba atendiendo a los clientes uno por uno detrás del mostrador, como se hacía antes.
Esta experiencia me fue muy útil para mi futuro trabajo, aunque antes de mi larga trayectoria como animador turístico también trabaje en una fábrica de quesos, tanto en la administración, recepción, como en las cubas y prensas donde se elaboraba el queso, después en la administración de un gran supermercado desde donde di el paso a la hostelería.
Gracias a mis conocimientos de dibujo y pintura empecé a trabajar en un taller de decoración de una cadena hotelera, en el cual se confeccionaban los fondos de escenario y todo tipo de atrezos para las fiestas, shows, noches temáticas, concursos, etc., que más tarde utilizarían los equipos de animación de los distintos hoteles.
A partir de aquí fui adquiriendo conocimientos del departamento de animación, que verdaderamente era lo que me llamaba la atención y poco a poco fui dando pasos hasta convertirme en un animador turístico en la que fue mi etapa más larga.
Más tarde trabajé en el departamento de intervención, realizando la facturación del restaurante, aunque nunca dejé de colaborar con la animación. Tanto es así que años más tarde volví al departamento en una etapa más corta, hasta llegar a mi último trabajo de recepcionista en unos apartamentos turísticos.
¿Cuál te gusta más?
La pintura es algo que me ha gustado desde pequeño y que he realizado durante toda mi vida, pero la verdad es que soy poco constante y realmente es muy difícil vivir de ello.
Como decía anteriormente: mi verdadera vocación es la animación. El contacto diario con el cliente es algo que me sigue entusiasmando, por tanto diré que las relaciones publicas, aunque no sea el trabajo más fácil.
¿Quién y cómo es un animador turístico?
El animador turístico es la persona que se responsabiliza de la confección, organización y ejecución de las actividades deportivas, recreativas, socioculturales, etc. en las instalaciones turísticas.
Tiene que ser una persona con unas facultades especiales, trabajar en grupo, habilidad para los deportes, conocimientos de música y baile, comunicador y capaz de motivar a la participación de los clientes de distintas edades y nacionalidades. Por tanto muy importante los idiomas, amplios conocimientos culturales, pero sobre todo tiene que ser una persona amable, cordial y respetuosa.
Experiencia en confeccionar programas de animación, actividades deportivas, infantiles y tercera edad. Diferentes edades, ¿pero hay algo que todas tengan en común?
Dependiendo de la edad hay que programar actividades diferentes, por supuesto, pero todas ellas tienen la misma función en común y no es otra que entretener a los clientes en su tiempo libre. Es muy importante que se vayan conociendo a través de estas actividades y se encuentren lo más a gusto posible durante su estancia en el establecimiento, para que una vez que terminen sus vacaciones tengan ganas de volver al mismo.
Entre los grupos de edades hay uno muy importante y al que hay que prestar mucha atención: el infantil. Normalmente se reúnen niños entre 5 y 10 años para hacer sus actividades en el Mini-club. Hay que tener en cuenta que un niño contento significa unos padres contentos.
Te gustan mucho las relaciones públicas, entonces tienes don de gentes. ¿Qué es?
Esta es una buena pregunta que deberían responder los clientes con los cuáles he trabajado, pero como no es posible trataré de responderla con toda la humildad.
Entiendo que a una persona con don de gentes no la hace su aspecto físico, sino más bien la forma de relacionarse con los demás. Tampoco creo que tenga nada que ver con la edad, pues siempre se puede hacer la vida más agradable a los demás.
En general creo que hay que ser una persona sobre todo respetuosa, cordial y que pueda relacionarse con cualquiera y en cualquier circunstancia, aportando la capacidad para conversar de cualquier tema.
¿Cómo ha cambiado el modo de divertirse? ¿Qué quiere hoy la gente para pasarlo bien?
Si, ha cambiado totalmente, en gran parte como consecuencia de la saturación que tenemos con los concursos de televisión. Está todo visto. Antes se podía hacer en los salones de animación una elección de miss simpatía, de míster fantástico o un concurso de pareja ideal sin problemas, había concursantes de sobra. Hoy en día es prácticamente imposible.
Otra consecuencia del cambio es la tecnología. Cuando no había teléfonos móviles, se podían hacer quiz -concurso de preguntas- muy interesantes entre todo el público, con preguntas audaces, como por ejemplo "¿cuál es la capital de Australia?" (cosa que no todo el mundo sabía). Pero claro, hoy con solo echar un vistazo al móvil tenemos la respuesta.
La animación infantil también ha sufrido grandes cambios. Antes a los niños les hacía ilusión cualquier juego de gincana; hoy la mayoría solo quieren jugar con las consolas. Aunque también hay que ser realista: la seguridad es mucho mayor ahora, por ejemplo podemos contar con el número de móvil de los padres para cualquier problema.
Claro que ahora está todo mucho mejor, pero a mí particularmente me gustaba más la forma o el modo de divertirse que tenían los clientes antiguamente.
Sobre tu trabajo en la recepción: ¿Cuáles eran los clientes más difíciles? ¿Has encontrado muchos personajes famosos? ¿Cuál es el más simpático?
En cualquier establecimiento turístico el recepcionista es la primera persona que encuentra el cliente, por lo tanto, por aquello de las primeras impresiones, es un trabajo altamente complicado. A veces hay que ejercer un poco de psicólogo para entender al cliente y darle lo que quiere, de esta manera quedará contento.
Sin duda el cliente más difícil es aquel que tienes día tras día quejándose, a veces por cosas incoherentes, pero también debe ser un reto el saber reconducirlo y que al final quede contento.
Por otra parte, el mejor cliente es aquel que ves por primera vez el día del check-in y no vuelves a ver hasta el día del check-out. Eso quiere decir que todo ha ido bien, pero estos son minoría.
En mis dos temporadas de trabajo en Zahara de los Atunes (Cádiz) -rincón perfecto para las escapadas de algunos famosos- tuve la oportunidad de conocer alguno de ellos: sobre todo futbolistas de primer nivel, actores, cantantes y humoristas entre otros.
Si tengo que elegir al más simpático me quedo con Millán Salcedo, componente del dúo humorístico “Martes y Trece”. Muy buen sentido del humor (claro, es su trabajo). Pero por su cercanía y humildad, con el malagueño Antonio Banderas, gran actor y mejor persona.
Otro de tus hobbies es la pintura. ¿Qué pintas? ¿Cuál es tu técnica? ¿Qué te inspira más?
El dibujo y la pintura han formado parte de mí durante toda mi vida, parte esencial de mi trabajo. Con diez años gane uno de los premios del concurso organizado por la DGT (Dirección General de Tráfico). En los años de la transición española colgaban del despacho del director de mi colegio dos cuadros, uno del antiguo jefe del Estado Español y otro del nuevo, pintados por mí. Más tarde tuve la oportunidad de exponer alguno de mis cuadros, siempre en exposiciones colectivas. He pintado prácticamente de todo, desde pintar el Altar de una Capilla a carteles publicitarios de carretera.
Pero el estilo que realmente me gusta para mis cuadros es el surrealista, la obra del artista Salvador Dalí me ha llamado siempre la atención.
En cuanto a las técnicas igual, lápiz, carboncillo, tinta china, acuarela, cera, pastel, óleo, acrílico, rotring. Pero la más utilizada últimamente la descubrí por casualidad al derramarse un bote de disolvente sobre unas revistas en el taller de trabajo: al retirarlas pude observar que la última página se había impregnado en la mesa. A partir de aquí fui haciendo composiciones de restos de revistas: las traspasaba a papel con la ayuda del disolvente y después con la técnica de puntillismo a rotring les daba las formas fruto de mi imaginación.
Si tengo que elegir algo que me inspire diré que los árboles, quizás por las formas tan diferentes que adoptan sus troncos y ramas.
Hablamos de pesca. ¿Qué es para ti ir a pescar? ¿Cuál es la mejor playa para esta actividad?
Para mí ir a pesca es un momento de relajación. Se produce una lucha entre los peces que están al otro lado del sedal y yo, que intento engañarlos para que piquen y así poder capturarlos. Durante esos momentos te olvidas de todo y solo piensas en obtener alguna captura importante.
Desde que mi padre me enseñó cuando era un niño, he pescado en agua dulce (ríos, pantanos). Sin embargo, desde que vivo en la costa, en agua salada, dónde tuve que adaptarme a sus variadas y diferentes técnicas.
La modalidad que más me gusta y la que vengo utilizando últimamente en mis días de pesca es la llamada spinning: se trata de pescar con señuelos artificiales a los cuáles hay que darles el movimiento adecuado para engañar a los peces depredadores.
Sobre cuál es la mejor playa para pescar: yo diría la que menor cantidad de peces tiene, pues así el reto es mucho mayor.
Para practicar la pesca deportiva hay que saber ser respetuoso con el medio ambiente y dejar los lugares dónde pescaste igual que los encontraste. El contacto con la naturaleza es algo fantástico, pero debemos cuidarla para los que vengan después.
También haces teatro, ¿qué personaje has interpretado? ¿Cuál te gustaría interpretar? ¿Hay algo que todavía te gustaría ser?
En mi corta y relativamente sencilla relación con el teatro, representé el papel de recepcionista en un hotel donde, por distintas circunstancias, quedaron atrapados unos políticos corruptos.
Este papel no dejaba de ser una extensión de mi trabajo, pero si tuviera que elegir un papel serio para representar en un teatro, elegiría, de la obra “Doce hombres sin piedad”, el miembro del jurado que en una decisión casi unánime de culpabilidad hacia el acusado por homicidio, vota “no culpable” y que a lo largo de la obra siembra la semilla de la duda razonable en el resto de jurados, que por la raza y origen del acusado ya habían decidido un veredicto de culpabilidad. Este papel es muy interesante, a mí siempre me encontrarán frente a las injusticias.
Sobre lo que me gustaría ser... pues creo que millonario, a ver que se siente. ¡No, es broma! Defecto profesional, mi sentido del humor.
En realidad me gustaría ser el protagonista de una buena exposición de pintura, lo que quiere decir que serían mis cuadros los expuestos. Pero nunca es tarde para cumplir un sueño, solo hace falta un poco de dedicación. Esperemos que mejoren las circunstancias adversas en las que se encuentra el mundo y que poco a poco volvamos a la normalidad. Bueno, por llamarlo de alguna manera: hoy en día se ven pocas cosas normales.